Después de dormir.


El extrañaba escuchar mis somnolencias sensuales basadas en un sueño extasiado. Podría hablarme por teléfono a las 9:00 am del sábado y decirme que salgamos a almorzar en un estruendoso restaurante lleno de gente que no es cómo nosotros.
El, bueno, supongo yo; quería ser participe de mi vida y el quería qué yo no fuera parte de la vida de el; si no toda su vida.
El quería que lo besara ahora. Estábamos a punto de besarnos, pero las miradas se desviaron cuando encontramos en el cielo, el cielo lleno de nubes hermosas; como yo.
A el le recordaba una canción que yo le hacía parecer sumamente sexy.
No quería creerlo, pero el y sus miradas hacían que lo entendiera más de una vez.
Cada que platicaba yo algo el hacía honor a mis gestos, se había quedado enamorado de ellos, ¿pero de mí también?.
Se había desaparecido y encontró la sorpresa de que alguien ya estaba a lado mio.
Quiero creer que se resignó y que aún me quiere esperar para que por fin pueda besarlo ahora y secretearle que hasta cuando yo quiera el será por siempre mi "cariño".

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